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Brindamos soluciones energéticas y sostenibles a través de tecnología solar de alta calidad, estamos comprometidos en ofrecer productos eficientes y accesibles que impulsen el ahorro y la independencia energética.
¡Te explicamos como!
Un Sistema de energia Solar se caracteriza por estar conformado por 3 equipos fundamentales:
Todo comienza con los paneles solares, también llamados módulos fotovoltaicos.
Estos dispositivos están hechos con células de silicio que convierten la luz del sol en electricidad. Específicamente, generan corriente continua (DC) gracias al efecto fotovoltaico.
La corriente continua generada no puede usarse directamente en la mayoría de los hogares o negocios.
Por eso se utiliza un inversor solar, que convierte esa electricidad en corriente alterna (AC), que es la forma en la que funcionan nuestros electrodomésticos, luces y equipos.
Una vez convertida, la energía pasa al cuadro eléctrico de la vivienda o instalación.
Desde ahí, se distribuye para alimentar los aparatos eléctricos. Si se está generando más energía de la que se consume, esta puede almacenarse en baterías o inyectarse a la red eléctrica (si el sistema es interconectado).
Cuando el sistema incluye baterías solares, la energía extra generada durante el día se guarda para usarse en la noche o en días nublados. Esto permite tener energía constante y autónoma, incluso sin conexión a la red pública.
Sí, es totalmente posible.
Los paneles solares generan electricidad que, a través de un inversor solar, se transforma en energía compatible con los electrodomésticos que usamos en casa (como refrigeradoras, televisores, computadoras o lavadoras).
El proceso funciona así:
Los paneles capturan la energía solar y la convierten en corriente continua (DC).
El inversor convierte esa energía en corriente alterna (AC), que es la que usan todos los equipos del hogar.
Desde ahí, la electricidad se distribuye a los tomacorrientes normales, permitiendo que cualquier electrodoméstico funcione sin notar la diferencia.
Solo hay que asegurarse de que el sistema esté bien dimensionado, es decir, que produzca la cantidad de energía necesaria para cubrir el consumo de los equipos que quieres usar.
Para aprovechar al máximo la luz del sol, los paneles solares deben instalarse orientados hacia el norte si estás en el hemisferio sur (como en Ecuador), o hacia el sur si estás en el hemisferio norte.
Pero no solo importa la dirección, también el ángulo de inclinación. Este ángulo debe ajustarse según la ubicación geográfica para que los paneles reciban la mayor cantidad de radiación solar durante el año. En general:
En zonas cercanas al Ecuador, como Quito, los paneles deben inclinarse entre 10° y 15°.
En otras regiones, el ángulo ideal suele ser igual a la latitud del lugar.
Una buena orientación e inclinación garantizan un mejor rendimiento del sistema solar y una mayor producción de energía.
Los paneles solares no solo generan energía, también pueden cumplir la función de techo estructural en ciertas construcciones. Esta solución se conoce como tecnología BIPV (Building Integrated Photovoltaics) o sistemas integrados en la edificación.
En lugar de instalar los paneles sobre un techo tradicional, se diseña la estructura para que los paneles sean parte del techo, actuando como cobertura contra el sol y la lluvia, mientras generan electricidad. Esto ofrece varias ventajas:
Ahorro en materiales de techado tradicionales.
Estética moderna y funcional.
Aprovechamiento total del espacio disponible.
Generación de energía limpia desde la propia cubierta.
Este tipo de instalación es ideal para cocheras, pérgolas, terrazas, galpones o incluso viviendas completas con diseño sostenible.
Te dejamos algunos Tips
Usa solo agua limpia y un paño suave o esponja de microfibra para quitar polvo, tierra o excremento de aves. No uses detergentes fuertes ni materiales abrasivos, ya que podrían rayar el vidrio del panel y reducir su eficiencia.
– Lo ideal es limpiar al menos una vez cada 3 meses, especialmente si vives en zonas polvorientas o lluviosas.
Realiza la limpieza en horas frescas, como la mañana temprano o al final de la tarde. Limpiar cuando los paneles están calientes puede provocar choques térmicos, dañar el vidrio o dejar marcas permanentes por evaporación rápida.
– Además, trabajar con los paneles fríos es más seguro y cómodo.
Inspecciona que no haya ramas, hojas secas, nidos o polvo acumulado que bloquee la entrada de luz solar. Incluso una pequeña sombra puede disminuir la producción de energía en todo el sistema.
– Realiza estas revisiones al menos una vez al mes, especialmente en temporadas de viento o lluvia.
Aunque los paneles son duraderos, es recomendable hacer un mantenimiento técnico una vez al año. Un profesional puede revisar conexiones, soportes, cableado, inversores y limpieza profunda.
– Esto garantiza que el sistema funcione con máximo rendimiento y seguridad a lo largo del tiempo.
En tan solo una hora, el sol irradia sobre la Tierra alrededor de 174.000 teravatios-hora (TWh) de energía solar.
– Para ponerlo en perspectiva, todo el planeta consume alrededor de 23.000 TWh al año, por lo que si se pudiera capturar y almacenar eficientemente solo una fracción de esa energía, se cubriría la demanda energética global sin recurrir a combustibles fósiles.
– Los paneles solares aprovechan este potencial mediante células fotovoltaicas que convierten la luz solar en electricidad.
La energía solar comenzó a utilizarse de forma práctica en los años 60 con los primeros satélites artificiales.
– Uno de los ejemplos más conocidos es el Vanguard 1, lanzado en 1958, que utilizó celdas solares de silicio para alimentar su sistema de radio.
– Actualmente, estaciones como la ISS (Estación Espacial Internacional) dependen exclusivamente de grandes paneles solares, ya que son una fuente de energía ligera, confiable y renovable, ideal para entornos donde el combustible es limitado.
Los sistemas fotovoltaicos generan electricidad sin partes móviles, lo que significa cero ruido, bajo desgaste mecánico y mínimo mantenimiento.
– Además, no emiten gases de efecto invernadero ni contaminantes, lo que los convierte en una de las fuentes más limpias de energía disponibles.
– Durante su vida útil (20-30 años), un sistema solar puede compensar decenas de toneladas de CO₂, ayudando a mitigar el cambio climático.
Desde 2010, el costo de los sistemas fotovoltaicos ha caído más de un 80% gracias a los avances tecnológicos, la economía de escala y la creciente demanda global.
– Hoy en día, la energía solar es una de las más competitivas en muchos países, incluso más barata que las fuentes convencionales como el carbón o el gas natural.
– Esto ha permitido una democratización del acceso, permitiendo que hogares, empresas y comunidades rurales inviertan en energía propia y reduzcan su dependencia de la red eléctrica.
¡Estaremos encantados de ayudarte!